Ópera italiana

La ópera italiana influyó fuertemente en Europa hasta la aparición del drama wagneriano (ópera alemana). Con sus arias y su música le dio mayor dimensión a las emociones extremas, características del teatro de esa época. La ópera también sirvió para expresar las ideas de unidad, libertad y patriotismo por las que luchó Italia durante este siglo.

El primer compositor italiano más importante fue Gioacchino Rossini. Encarnó el tránsito entre la ópera del siglo XVIII y la romántica. Dio a sus melodías un carácter dinámico y fresco.

G.Verdi

Entres sus obras destacan: El Barbero de Sevilla, Guillermo Tell, La italiana en Argel, La cenicienta y La urraca ladrona.

Después surgió uno de los mayores compositores de óperas italianas de todos los tiempos, Giuseppe Verdi. Además, exaltó los ideales nacionalistas de la nueva Italia que estaba naciendo. Para los habitantes de la época, decir ¡viva Verdi! era equivalente a decir ¡viva Italia!

Puccini

A su obra se le denomina "realista" por la sencillez de sus melodías, la espontaneidad de sus argumentos -de carácter mitológico o histórico- y la naturalidad de sus instrumentaciones. Destacan las obras de Nabucco, Rigoletto, El Trovador, La Fuerza del Destino, Aida, Ottello, Falstaff y La Traviata. Verdi nos adentra en un mundo donde la pasión, la ira y la renuncia al amor se funden por fin en una reconciliación trágica.
Otros compositores importantes de la época son Vicenzo Bellini y Gaetano Donizetti.

Posteriormente surge una corriente operística, el Verismo (realismo), que consiste en realizar representaciones de la vida real, donde destacan las emociones primarias de los protagonistas. En este género destacó especialmente el compositor Giacomo Puccini con Tosca, La Bohème y Madame Butterfly. También fueron importantes Pietro Mascagni con Caballería Rusticana, y Ruggero Leoncavallo con Los payasos.

Nabucco, G. Verdi.